La historia de Bañaderos

¿Sabías que El Puertillo fue conocido originalmente como Bañaderos? Los conquistadores españoles le dieron ese nombre por las numerosas piscinas naturales que encontraron aquí. Estas ya eran utilizadas intensamente por los antiguos pobladores de la isla, tanto para el baño como para la recolección de alimentos marinos. Puedes leer una interesante explicación sobre el origen del nombre Bañaderos
aquí en la página oficial del municipio de Arucas.

Hoy en día, estas piscinas naturales siguen invitando a locales y visitantes a disfrutar de un baño refrescante en aguas cristalinas, sobre todo durante la marea alta, y a sumergirse en la historia viva de la isla.

Piscinas naturales, sol y vida marina

Cuando visitas la Playa de El Puertillo, te encuentras con un pequeño paraíso de piscinas naturales, formaciones rocosas y plataformas soleadas. Puedes extender tu toalla, relajarte con tu familia o amigos y simplemente dejarte llevar por el sonido del mar. Las plataformas de solárium están diseñadas para ofrecer comodidad y vistas directas al océano Atlántico.

Durante la marea alta, el fondo marino cobra vida: se pueden observar lapas, burgados, mejillones y caracoles marinos, pequeños tesoros del océano que han sido parte de la dieta local durante siglos. Especialmente los más pequeños disfrutan de esta experiencia en contacto directo con la naturaleza.

Un día junto al mar con todos los sentidos

Después del baño, un paseo por el paseo marítimo es ideal. Allí encontrarás bares y restaurantes con terrazas frente al mar, perfectos para saborear platos locales. Uno de los más recomendados es el
Restaurante La Granera, conocido por su pescado fresco a la plancha y su ambiente relajado frente al mar.

Al caer la tarde, vale la pena quedarse. Porque es entonces cuando El Puertillo muestra uno de sus mayores encantos: el atardecer.

La magia de los atardeceres

En esta costa del municipio de Arucas, se puede admirar uno de los atardeceres más bellos de la isla. Especialmente en invierno, la luz dorada del sol poniente crea espectáculos visuales únicos al reflejarse sobre las rocas oscuras y el oleaje bravo del Atlántico. El fotógrafo Tulio Gatti captó en sus imágenes la fuerza de estos momentos, inmortalizando la costa canaria en su máxima expresión.

Quien contemple el atardecer desde El Puertillo entenderá por qué este lugar tiene algo especial. La atmósfera se vuelve tranquila, casi mágica. El cielo se tiñe de tonos naranjas y rojizos, mientras las olas rompen suavemente contra la costa – un recuerdo que se queda en el alma.

El Puertillo: un rincón para respirar

Este lugar es mucho más que una playa. Es un espacio cargado de historia viva, un punto de encuentro para vecinos y visitantes, y un refugio natural para quienes buscan lo auténtico. Si estás de visita en Gran Canaria, una escapada a este rincón de Arucas es más que recomendable.

Tanto si deseas tomar el sol, explorar la vida marina o simplemente desconectar con una bebida en la mano al final del día, El Puertillo tiene algo que ofrecer a todos.

Consejos para tu visita

• Cómo llegar: Desde Las Palmas se llega en coche en unos 20–25 minutos. Hay aparcamiento cerca de la playa.
• Baño: Consulta los horarios de las mareas. Las piscinas naturales son más agradables con marea alta.
• Fotografía: Lleva tu cámara. La luz del atardecer ofrece un escenario perfecto.
• Dónde comer: Restaurantes como el La Granera ofrecen pescado fresco y tapas con vistas al mar.

Pensamientos finales

El Puertillo es uno de esos lugares que uno preferiría guardar en secreto, pero que al mismo tiempo desea que todos tengan la oportunidad de conocer. Con sus piscinas naturales, su paseo tranquilo y sus atardeceres legendarios, este rincón de la costa de Arucas representa todo lo que hace especial a Gran Canaria.

Si deseas sentir la esencia real de la isla, ven aquí. Déjate llevar, sumérgete en su atmósfera y tómate el tiempo para ti, para el mar y para esos momentos únicos que solo un lugar como El Puertillo puede regalarte.

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